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Respirar. Soplo de posibilidades infinitas. Abre (o cierra) la puerta a aquello que hemos sabido imaginar. Vale la pena tomar conciencia de ello y aprender a usarlo como herramienta fundamental de manifestación.

 

Contenidos y objetivos

A través de una serie de ejercicios, simulaciones y juegos de rol, el seminario se centra en el funcionamiento de la respiración como manifestación plena de uno mismo y como medio inmediato de alineación con las mejores posibilidades disponibles.

 

Una diferencia fundamental

Respirar no es lo mismo que respiración. La respiración es un acto fisiológico y anatómico. El respirar es un hecho existencial, simbólico y abarcador que se refleja en todo lo que vemos, tocamos, pensamos y deseamos. Nos permite (o nos niega) el acceso a ideas y soluciones, y nos acerca paso a paso a la mejor idea de nosotros mismos. Es un lenguaje profundo al que todo responde.

 

Destinatarios

Deportistas, bailarines, actores, cantantes, artistas, educadores, comunicadores y profesionales del ámbito social, así como todas las personas que sientan el deseo de explorar el cuerpo y el espacio desde un punto de vista más sutil y amplio.

 

Modalidades disponibles del seminario 

a) Curso grupal (mín. 16 personas): 4 módulos independientes de 3 horas cada uno, más una master class recapitulativa e integradora de 7 horas.
b) Coaching individual o en pareja (duración 50 min): el tipo de ejercicios y las modalidades se personalizan según las necesidades y características del solicitante.

 

Información e inscripciones

+39 3515808945 (para WhatsApp haz clic aquì)

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Somos lo que comemos, pero es aún más cierto que comemos lo que somos, es decir, aquello que corresponde a la idea que tenemos de nosotros mismos. Estamos hechos de aquello que nos guía a comer lo que comemos.
Por eso, nutrirnos de lo bueno es una idea evolutiva hacia nosotros mismos.

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Somos lo que comemos, pero es aún más cierto que comemos lo que somos, es decir, aquello que corresponde a la idea que tenemos de nosotros mismos. Estamos hechos de aquello que nos guía a comer lo que comemos.
Por eso, nutrirnos de lo bueno es una idea evolutiva hacia nosotros mismos.

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Somos lo que comemos, pero es aún más cierto que comemos lo que somos, es decir, aquello que corresponde a la idea que tenemos de nosotros mismos. Estamos hechos de aquello que nos guía a comer lo que comemos.
Por eso, nutrirnos de lo bueno es una idea evolutiva hacia nosotros mismos.

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